Francisco Molina / El ciudadano de a pie
Mejores servicios y tarifas bajas ha sido el reclamo cotidiano de los xalapeños. Nada de lo que se diga y se haga por parte del ayuntamiento abonará a su favor, mientras éstos no mejoren. Promesas de campaña que no podrán concretarse si el común denominador sigue siendo la simulación y la pose. Y es que todo indica que nuestros recibos del agua seguirán subiendo de precio, mientras nuestras autoridades forasteras se sigan peleando por el control de la CMAS (Comisión Municipal de Agua y Saneamiento).
Una comisión que la han convertido en un pancracio político, en el que se encuentran dos académicos en lucha: por un lado el orgullo de Xochimilco Pedro Hipólito Rodríguez Herrero (alcalde), y por el otro, el coahuilense Erick Juárez Valladares (regidor primero).
Dos altos funcionarios del ayuntamiento xalapeño que pretenden por todos los medios apoderarse de CMAS. Y todo a través del control de directores, jefes de departamento y líderes sindicales a modo para sus proyectos personales. Por eso es que hace apenas dos semanas, Erick exigió ante medios de comunicación la renuncia de la Directora Administrativa Patricia Ortega Pardo, el Gerente Comercial Martín Ladrón de Guevara y el Coordinador de Asesores Jorge Vilar Llorens.
No contento con lo anterior, el regidor utilizó posteriormente al mercenario y manipulador Francisco “Chico” Rodríguez Pineda quien se ostenta como dirigente de la organización Vendedores Independientes Veracruzanos (VIVE) para exigir lo mismo; la renuncia de los funcionarios públicos que incomodan a su proyecto. Días después y como reacción a las declaraciones del regidor, el alcalde Hipólito Rodríguez realizó un recorrido por las instalaciones de CMAS acompañado de todos los directivos de su confianza. Obviamente, con el fin de legitimarlos.
Fue en la comisión municipal donde el alcalde se tomó la foto con su gente de confianza, ¡y claro está! con la notoria ausencia de quien preside la comisión edilicia del agua potable del ayuntamiento, Erick Juárez Valladares.
Toda una lucha de intereses que para nada benefician a la ciudadanía y que dejan al desnudo los intereses económicos y políticos de los arrogantes alcalde y regidor primero. Dos marxistas frustrados que prefirieron dejar en las aulas su abstracta cosmovisión filosófica y de plano entrarle a un espectro ideológico más concreto; uno que es más fácil de entender por los ciudadanos de a pie y que te llevan directo al poder y al dinero.