La Secretaría de Gobernación (Segob) calculó que el tráfico ilícito de migrantes para cruzar de México a Estados Unidos dejó en el año 2019 alrededor de 615 millones de dólares, equivalentes a 12 mil 300 millones de pesos mexicanos.
La dependencia federal, que encabeza Adán Augusto López, estimó esta cifra a partir de las 124 mil personas que fueron enganchadas en esas redes y que durante ese año pagaron entre 4 mil 559 y 4 mil 967 dólares.
Según Rocío González Higuera, titular de la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas (UPMRIP), siete de cada 10 migrantes provenientes de Guatemala, Honduras y El Salvador, que cruzaron a Estados Unidos de manera irregular por la frontera con México, utilizaron algún guía o coyote, lo que implica que la mayoría de los cruces están subordinados a una red de tráfico.
En el caso de mexicanos, cinco de cada diez recurren a uno de los llamados “polleros”.
La funcionaria federal participó en el VII Congreso Latinoamericano y Caribeño Sobre Trata de Personas y Tráfico de Migrantes, en la Cámara de Diputados, con el objetivo de dar respuesta a los desafíos que este flagelo representa para México.
El pasado 27 de junio, en San Antonio, Texas, fueron hallados los cuerpos de migrantes muertos en un tráiler. Por este incidente, han muerto 53 personas.
El diario EXCELSIOR consignó que México y Estados Unidos indagan redes de coyotes y el tráfico de personas.
Los mexicanos pagan hasta 400 dólares más que los centroamericanos.
“La hipótesis es que las redes que usan los connacionales están más consolidadas, por lo tanto, el cruce exitoso es más probable”, sostuvo.
Explicó que la cifra obtenida de pagos de migrantes y ganancias de traficantes es resultado de la Encuesta Sobre Migración en la Frontera Sur (EMIF SUR).
Sin embargo, el tamaño del mercado negro debe ser mayor.
En su intervención, el presidente del Observatorio Latinoamericano Sobre Trata y Tráfico de Personas, José Manuel Grima, lamentó que hay nuevas formas de esclavitud, ya que la vida y los cuerpos de los seres humanos han sido reducidos a “una mercancía”.
“Las vidas y los cuerpos de los seres humanos han sido reducidos a una mera mercancía que se transa en el mercado global. Nuevas formas de esclavitud producto de la trata de personas que no es otra cosa que la compra de seres humano”, señaló.