El presidente ruso Vladimir Putin llamó este viernes al ejército ucraniano a “tomar el poder” en Kiev y derrocar al presidente Volodimir Zelenski y a su entorno, a los cuales calificó de “neonazis y drogadictos”, pese a que el mandatario al que pretende derrocar es de origen judío.
“Tomen el poder entre sus manos. Me parece que será más fácil negociar entre ustedes y yo”, exhortó Putin al ejército ucraniano en un mensaje dirigido a través de la televisión rusa.
El presidente de Rusia afirmó que no combate a unidades del ejército sino a formaciones nacionalistas que se comportan “como terroristas” usando a civiles “como escudos humanos”.
Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, dijo ayer a líderes europeos que “esta podría ser la última vez que me ven vivo”, según versión del periodista Barak Ravid, corresponsal del portal Axios en Medio Oriente.
Ravid, quien citó como fuente a un diplomático y otra fuente europea, dijo que la despedida de Zelensky se produjo durante una videoconferencia la noche del jueves, primer día de la invasión de Rusia en Ucrania.
La conversación ocurrió antes de que los líderes europeos anunciaran nuevas sanciones contra Rusia y poco después de que Zelensky diera un mensaje en televisión nacional en el que se quejó de que la comunidad internacional dejó sola a Ucrania y rechazó irse del país, a pesar de decir que cuenta con información de que es “el objetivo número uno” de las fuerzas enemigas.
Entre los participantes en la videollamada estuvo la primera ministra de Suecia, Magdalena Andersson, quien le dijo a la agencia noticiosa TT que cuando los líderes europeos se despidieron de Zelensky, sabían que quizá no lo verían de nuevo.
De acuerdo con el diario Financial Times, Zelensky dijo a los líderes europeos que no sabía so podría hablar con ellos de nuevo.
Ravid dijo haber consultado a la embajada ucraniana en Israel, que declinó hacer comentarios.