El gobierno federal exhibió ayer la presunta red financiera del ex presidente Enrique Peña Nieto, que involucra a familiares directos, un conglomerado de empresas, transacciones millonarias y contratos gubernamentales de los cuales se habría beneficiado el político mexiquense quien actualmente radica en Madrid, España.
Según algunos analistas políticos y militantes del PRI –entre ellos el dirigente nacional Alejandro Moreno Cárdenas, quien se ha quejado también de ser víctima de acoso penal y persecución política del régimen de la 4T–, esta denuncia ventilada ayer en la conferencia de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador por el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Pablo Gómez, obedecería a la adelantada disputa por la gubernatura del Estado de México de 2023, el mayor bastión electoral del país, cuyo resultado impactaría en la sucesión presidencial del año siguiente.
Según la investigación que detalla en su edición de hoy el diario REFORMA, Peña Nieto y sus empresas familiares recibieron más de 10 mil millones de pesos durante el sexenio que gobernó (2012-2018). Además, el diario capitalino refiere que el priista entregó contratos cuando fue gobernador del Estado de México, de 2005 a 2011.
Peña Nieto fue ubicado como accionista de una red de al menos 11 empresas con facturaciones millonarias.
En la conferencia mañanera de ayer, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) reveló que el ex Presidente fue denunciado ante la Fiscalía General de la República (FGR), por lo que esta dependencia abrió una carpeta de investigación por operaciones presuntamente ilícitas con depósitos irregulares en Estados Unidos, Irlanda y Reino Unido.
Según Pablo Gómez, titular de la UIF, una hermana de Peña Nieto realizó retiros bancarios de manera ilícita por casi 190 millones de pesos.
La indagatoria señala que el ex Presidente recibió transferencias internacionales por 26 millones de pesos entre 2019 y 2021.
Ventiló que Peña Nieto tiene vínculos con una empresa que funciona para el envío y recepción de recursos hacia los mismos accionistas, y con otra compañía que recibió los contratos de la Federación.
“El Gobierno no tiene una actitud de persecución de tipo político. La UIF es un instrumento gubernamental, aplica la política del Gobierno, no anda en el aire, no existe en el éter, por eso no hay una política de persecución por motivos justamente políticos”, afirmó Pablo Gómez.
Según las investigaciones de la UIF, a las que el diario REFORMA tuvo acceso, Peña Nieto es accionista en “PlastiEstéril”, cuyo giro es la fabricación de plásticos y material desechable para uso médico.
“Plasti-Estéril”, cuya aliada o socia es la farmacéutica Baxter, tiene vínculos con al menos 7 empresas más como Praxair México, Movers Consorcio Aduanal, Inmobiliaria Azabi y Administración de Servicios Lindoso.
Identificada por el titular de la UIF como empresa “B”, esta compañía se benefició de contratos del gobierno federal por 10 mil 33 millones de pesos durante el peñismo, e hizo transferencias a Estados Unidos, Irlanda y Reino Unido por mil 557 millones de pesos entre 2015 y 2021.
En la red detectada por la UIF también aparece el empresario mexiquense Carlos Alejandro Monroy Carrillo, dueño de marcas como “La Moderna” e identificado como muy cercano al ex Presidente.
Actualmente, la FGR también investiga a Peña por “traición a la Patria” y por estar implicado presuntamente en los sobornos del Caso Odebrecht, caso por el que Emilio Lozoya Austin, quien fue director de Pemex en su administración, se encuentra actualmente preso.
EL ‘HERMANO INCÓMODO’
El diario REFORMA destaca en su edición de hoy el caso de Arturo Peña Nieto, quien desde años atrás era conocido como el “hermano incómodo” del ex Presidente.
El diario capitalino reseña que en la investigación de los presuntos sobornos de la reforma energética de 2013, uno de los colaboradores más cercanos de Emilio Lozoya declaró a la Fiscalía General de la República (FGR) que el entonces Presidente Enrique Peña Nieto recomendó otorgar contratos de Pemex a su hermano Arturo.
Fue a mediados de ese año cuando llegó la recomendación desde Los Pinos, aunque el entonces director de Pemex no le adjudicó los contratos. Su renuencia aumentó la animadversión que le tenía el ex Secretario de Hacienda, Luis Videgaray.
Así, publica REFORMA, lo relató Froylán Gracia Galicia, ex coordinador ejecutivo de la dirección general de Pemex y brazo derecho de Lozoya, en el testimonio que rindió el 9 de septiembre de 2020 como parte de su colaboración con la FGR bajo un criterio de oportunidad.
Gracia incluso asegura que recibió en su oficina al hermano del ex Presidente.
“Otro tema en donde pude observar la presión y nepotismo al que fue sometido Emilio Lozoya por Luis Videgaray y por el Presidente Enrique Peña Nieto fue en los casos de su hermano Arturo Peña Nieto y su cuñado de nombre Juan José Chimal, quienes a mediados del año 2013 fueron atendidos en diversas ocasiones por un servidor en mis oficinas, esto por instrucción expresa del Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, o su secretario particular, Erwin Lino, y su secretario auxiliar, Jorge Corona, para que se les dieran contratos por parte de Pemex”, declaró el ex funcionario.
El brazo derecho de Lozoya narró a los fiscales federales que en aquella ocasión no prosperaron las pretensiones de Arturo Peña Nieto, porque los contratos en Petróleos Mexicanos están sujetos a complejos procesos de aprobación.
Indicó que la dirección general de Pemex no participa en las licitaciones, adjudicaciones y otros concursos, pues están sujetos a las decisiones de un gobierno corporativo.
Uno de los episodios que relata en su testimonio ocurrió durante una gira en Londres, en julio de 2013, cuando Gracia estaba en un corredor ubicado afuera de la sede de la empresa Glencore, el gigante anglo-suizo de materias primas que este año se declaró culpable de hechos de corrupción en tres países.
“Se me acercó un individuo, quien me manifestó su nombre, el cual ya no recuerdo, pues nunca más lo volví a ver, y esa persona me comentó que querían un contrato de largo plazo de suministro de gasolinas con la empresa Pemex Internacional, mejor conocido como PMI, y que este contrato era para beneficiar a Arturo Peña Nieto”, declaró el testigo colaborador de la FGR. Gracia aseguró que esa insinuación no fue de su agrado y que reclamó a su interlocutor.
“Le dije que por ningún motivo habría otro hermano incómodo en esta administración que afectara a Pemex o a Emilio Lozoya”, respondió.
RECLAMO DE VIDEGARAY
Cuando Gracia regresó a México, Lozoya le comentó que Luis Videgaray le había llamado muy molesto para hacerle un reclamo.
“¿Cómo era posible que se atreviera a llamar a Arturo Peña el hermano incómodo?”, protestó Videgaray.
Desde entonces, el ex funcionario piensa que este hecho marcó la suerte de quien fue su jefe en la empresa petrolera.
“Este suceso causó que Videgaray aumentara su animadversión hacia Emilio Lozoya y un servidor, por no apoyar el coyotaje oficial”, dijo a la Fiscalía.
Gracia, quien rindió este testimonio, a cambio de la inmunidad legal, ha ratificado varias de las acusaciones que ha hecho Lozoya y, a cambio, la FGR ha decidido no perseguirlo penalmente.
La FGR, hasta ahora, no ha llamado a declarar ni siquiera como testigo al hermano del ex presidente Peña Nieto, no obstante que desde hace casi dos años existen estos señalamientos ante el Ministerio Público Federal, señala el diario REFORMA.